domingo, 5 de febrero de 2012

Robo de bebés

La edad de la inocencia
                                       El relato de los hermanos Magariños sobre el secuestro de su familia.
     Primero fue el padre. Y al mes, en una noche fría de junio de 1976, la madre. La patota volvió a la madrugada y se llevó a los hermanos, de entre 14 y dos años, para arrojarlos por años al sistema de orfanatos oficiales.
 Por Alejandra Dandan     Jorge “Tachuela” Magariños es un hombre de cincuenta años que se parte en lágrimas. Busca un respiro en su vaso de agua, mientras otra vez se mete en la historia que acaba de contarle al fiscal federal de San Nicolás, Juan Murray. El secuestro de su padre y, un mes más tarde, en el infierno de junio de 1976, la patota precipitándose en la madrugada de un barrio obrero de San Pedro. Se llevan a la madre y él llora cuando dice que todavía se acuerda cuando ella le dijo antes de salir con lo puesto, a él, de catorce años, uno de los cuatro hermanos de la casa, “cuidá a los más chicos”...

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