Excavaciones dieron con lo que fue el lugar de torturas. Encontraron restos de prendas y medicamentos.
BAHÍA BLANCA (ACE).- Los cimientos de lo que fuera el centro de torturas "La Escuelita", en los terrenos del V Cuerpo del Ejército, salieron a luz con la excavación de los peritos de Memoria Abierta y de la Universidad Nacional del Sur. Los hallazgos sucedieron el marco de recolección de pruebas para el juicio por los secuestros, torturas y homicidios ocurridos durante la dictadura militar. La casa donde alojaban a los secuestrados, la sala de torturas, el aljibe o cisterna donde permanecían días y noches las víctimas quedaron al descubierto con el trabajo de los peritos.
Los hallazgos periciales serán presentados como prueba cuando se reanude el juicio.
"Se encontraron entre los escombros restos de prendas, medicamentos y calmantes. Esto evidencia la actividad que hubo allí y explica, además, que la ubicación del centro clandestino dista a unos 200 metros de donde se suponía que estaba", dijo el fiscal general de Bahía , Abel Córdoba. Agregó que "todo coincide con los testimonios de sobrevivientes, inclusive la referencia de un árbol que aún está en pie y donde fue atado uno de los testigos (del juicio) luego de la tortura".
Antes de que finalizaran las audiencias por el receso de feria, Córdoba intentó infructuosamente convencer al tribunal de asistir al lugar donde funcionó el centro clandestino. Los jueces realizaron una inspección ocular en el predio en agosto pasado y consideraron que no era necesario volver.
"Se contaba con la presencia de Alicia Partnoy –exiliada– porque podía ser proyectado en el lugar el testimonio de una sobreviviente que inclusive podía ubicar en qué cama estaba cada secuestrado, lo que es una precisión importante para que los jueces pudieran observar", insistió el fiscal.
Córdoba explicó que el juicio está en un 70% de su desarrollo y que finalizaría en junio de este año.
"Están siendo demostradas tanto la responsabilidad del personal de inteligencia como de los oficiales de Estado Mayor de las diferentes unidades y quiénes integraban la "agrupación tropa",que operaba como grupo de tareas. "Fueron mencionados en el juicio y complementa la documentación de prueba, que es mucha", agregó.
En la etapa final de las audiencias, los peritos de Memoria Abierta y de la UNS atestiguarán sobre la labor realizada.
"En el debate aparecieron circunstancias que corroboraron hipótesis que no había sido posible probar antes, como la presencia de monseñor Jorge Maier en el centro clandestino o de oficiales del Estado mayor durante las torturas de los cautivos. Se demostró la sistematicidad de los hechos y la dimensión de la afectación hacia el entorno de las víctimas. Se produjo mucha prueba sobre la participación de funcionarios del poder judicial y de religiosos, que fueron girados a primera instancia", finalizó Córdoba.
Fuewnte . Diario Rio Negro 09/01/2012.-
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